Estos días he estado re-visitando la banda sonora de Blasphemous: un plataformas tipo metroidvania de 2019 creado por The Game Kitchen, en Sevilla. Es un juegazo en múltiples sentidos, pero lo que quería destacar en este caso es su ambientación y su música.
Se desarrolla en Cvstodia, un lugar plagado de iglesias y devotos en el que un gran evento, "El milagro", ha transformado a los creyentes en seres grotescos. La inspiración bebe muchísimo de la tradición cristiana española y de Andalucía, retorciéndola y haciéndola más gore y grotesca de lo que en algunos aspectos ya es (la penitencia, el dolor físico como prueba de fe, la adoración de los cuerpos mutilados, etc). Algunas imágenes para ilustrar a lo que me refiero:
Los Besadores, El Viudo, Redento el peregrino, Altasgracias, Las tres angustias, Jocinero, Nuestra señora de la faz denegrida
Y casi a cuento de nada, saco esto porque la banda sonora de este juego, que combina toques de flamenco con música ambiental casi de terror, me recordaba mucho al paisaje de las Estepas Adustas. Dejo aquí el link a una y el link a otra de las canciones que pongo como ejemplo.
Si lo pensamos, las Estepas Adustas actúan como nexo entre un paisaje más verde y típico del norte europeo como el de Scosglen, con un paisaje desértico y oriental como el de Kehjistan. Las Estepas tienen ese color amarillento, seco y rocoso de muchas zonas de Almería, Granada, Sevilla, etc. Y, al fin y al cabo, España y Andalucía en particular funcionan paisajísticamente de forma muy parecida entre África y Europa. La combinación tanto en cultura como en paisaje muy particular.
En el caso de las Estepas Adustas, parece que el equipo ha optado por una cultura directamente oriental, aunque no sabemos si existirá ese nexo con Scosglen, con una transición más mediterránea entre una cultura y otra. Y, a este respecto, la banda sonora de Blasphemous me hace pensar en el potencial tétrico que tiene un paisaje así para explorar entornos y culturas todavía por conocer en Santuario. Me imagino rondar las Estepas sobre una montura con canciones como ésta de fondo, y no puedo evitar pensar lo cojonudo que quedaría un pueblo Andaluz en mitad del secarral, con sus casas de cal blanca, su iglesia, y sus habitantes fervientes, los cuales adoran al cuerpo mutilado de una santa embalsamada y cubierta de abalorios de oro a cambio de protección contra los demonios del exterior.

Y hasta aquí la paja mental de hoy. Disfruten del domingo.