Lilith es la hija de Mefisto, hermana de Lucion, madre de Andariel y se cree que es la reina de los súcubos y la matriarca de los demonios.
El papel de Lilith en la historia de Santuario se revela mucho más en los libros de Richard A. Knaack. La hija de Mefisto y la hermana de Lucion, Lilith es una manipuladora y seductora. Incluso muy atractiva en su forma demoníaca, sus encantos le valieron para ganarse el afecto de seres poderosos como Inarius y Uldyssian(en la trilogía Guerra del Pecado es protagonista) usándolos como peones para promover sus propios objetivos.
Se revela que ella junto con otros demonios y ángeles renegados crearon Santuario. Su descendencia con Inarius resulto el nacimiento los Nephalem, como Rathma y las generaciones posteriores como Uldyssian. Lilith desea utilizar a los Nephalem como un poderoso ejército, que es lo suficientemente fuerte como para desafiar a los Infiernos Ardientes y los Altos Cielos,y que entró en conflicto con Inarius que quería erradicar a los Nephalem. Esto dio lugar a que Lilith matara a muchos, si no todos los demonios y ángeles renegados que habitaban en Santuario. Sus acciones impedieron que Inarius erradicara de los Nephalem, pero no su subsiguiente destierro.
Más tarde, regresó (no se sabe cómo) todavía deseando cumplir con sus ambiciones durante los acontecimientos de la Guerra del Pecado. Debilitó el poder del Mundo de piedra para que los Nephalem pudieran desarrollar sus poderes. Luego ayudó a despertar el poder latente Uldyssian como Nephalem, tentadole y la manipulándole en su búsqueda por ganar un ejército Nephalem. Ella falló de nuevo, debido a que Uldyssian, que utiliza los poderes que la misma Lilith le había ayudado a despertar, se dío cuenta de su engaño. Inarius también jugó un papel en su caída y fue desterrada una vez más por el ángel.