Tristán es una ciudad de Santuario.
Historia[editar | editar código]
Tristán fue creada por magos Horadrim en el año 1025, justo encima de un monasterio horádrico. Allí fue encerrada la Piedra del Alma de Diablo, con la esperanza de que el demonio nunca escapase.
Años más tarde, con la llegada de un Rey del Este, Leoric, la ciudad prometía convertirse en la capital de todo un imperio. Su monasterio, entonces abandonado, se convertía en una Catedral Zakarum, bajo el mando del Arzobispo Lazarus. Pero Lázarus, siendo uno de los sacerdotes Zakarum de Mefisto se las arreglaría para encontrar la Piedra del Alma de Diablo y pervertir a Leoric.
Tras ver que no podía poseer completamente al maltrecho rey, Diablo tomó el cuerpo del príncipe Albretch, hasta que fue derrotado por un valeroso Guerrero de Khanduras, ayudado por los sabios consejos del último Horadrim, Deckard Caín. Sin embargo, dicha victoria fue ilusoria, pues Diablo acabó adueñándose del cuerpo y alma del Guerrero y sumió a toda la ciudad en el Terror.
Tras los hechos acontecidos en los años 1262 y 1263, las hordas de Diablo dejaron casi destruída la que en su día fue la capital de todo un imperio. Diez años después también sufriría las consecuencias de otro demonio, Astrogha.
Diablo I[editar | editar código]
Leoric se autoproclamó rey de Khanduras y la convirtió a la religión Zakarum. Hizo capital de Khanduras a Tristán, estableciendo su corte en el antiguo monasterio Horadrim, ahora una catedral. El arzobispo Lázarus, asesor de confianza de Leoric y un enviado de los Zakarum, se aventuró en las profundidades de la catedral, atraído por una energía mística. En la parte más recóndita se encontraba la Piedra del Alma de Diablo.
Diablo, después de haber corrompido totalmente la piedra de alma, era capaz de influir en Lázarus, ya corrompido previamente por Mefisto. Trató de tomar el control del cuerpo de Leoric, sin embargo, a pesar de enloquecerlo, no pudo completar la posesión. Diablo le dijo al Arzobispo que necesitaba un cuerpo más débil, por lo que Lázarus secuestró al hijo menor del rey, Albrecht. Rápidamente el Señor del Terror se manifestó en el plano mortal, completando así su objetivo. Leoric, al darse cuenta de que su hijo había desaparecido, ejecutó a muchos inocentes.
Sus caballeros, dirigidos por Lachdanan , fueron enviados (por los consejos de Lázarus) a una guerra suicida contra el reino más grande de la Frontera del Oeste, más de la mitad de los ciudadanos de Tristram fueron acusados de traición y asesinato. Cuando regresó Lachdanan, encontró la ciudad devastada. Se enfrentó al rey ya que se dio cuenta de que no había salvación para Leoric. En su último aliento, Leoric maldice a Lachdanan y sus caballeros para que le sirvan en la oscuridad, para siempre.
Poco después, Tristán fue atacada por una horda de demonios, y la catedral se convirtió en un lugar de culto a lo demoníaco.
El arzobispo salió del antiguo monasterio Horádrico y reunió a la gente del pueblo para la búsqueda del príncipe perdido, sin embargo sus intenciones reales no eran otras que conducir a los habitantes de Tristán a El Carnicero, un demonio. Muchas vidas se perdieron en aquel día, y lo que el héroe de Diablo I se encuentra al llegar a la ciudad es lo que queda de ellos.
Este es el escenario en el que Diablo I se lleva a cabo. Toda la acción del juego tiene lugar debajo de Tristán.
Tristán en Diablo[editar | editar código]
Tristán es la única ciudad de la primera entrega de Diablo. Los PNJ que nos podemos encontrar son varios:
En la expansión no-oficial Diablo: Hellfire hay tres nuevos PNJ:
Tristán en Diablo II[editar | editar código]
Tristán aparece completamente destruida en Diablo II, tras los hechos que acontecieron al final de Diablo.
Los habitantes que habían sido atacados por las hordas de demonios y los que no murieron se convirtieron al servicio de estos en forma de zombies como lo hizo Griswold.
Tristán en Diablo III[editar | editar código]
En Diablo III Tristán empieza a ser habitada por gente que busca tesoros en su catedral y comerciantes que asientan sus puestos en Nueva Tristán. Sin embargo, la afluencia de saqueadores contribuyó negativamente a este resurgir y actualmente la ciudad se encuentra inmersa en una total decadencia.